martes, 14 de abril de 2015

Lo que deberíamos aprender de los niños

Es algo tan sorprendente en lo que uno puede observar de los niños, es fascinante es imaginación que tienen para todo, esos juegos que se inventan y aquellas dudas y esa actitud que tienen ante la vida.

Nosotros los jóvenes y los adultos deberíamos aprender de los niños las cosas que con el tiempo vamos perdiendo: la creatividad, la transparencia entre otras.
Pasamos el principio de nuestra vida intentando dejar atrás la infancia, ser más responsables, aprender esotéricos conocimientos, madurar, etc.

Nos esforzamos en convertirnos en esos adultos responsables e independientes que admiramos, solo para darnos cuenta que hemos perdido por el camino todo aquello que realmente era especial y divertido. Son inocentes y atrevidos, no temen arriesgar y su sonrisa perdona los negocios –familiares más nefastos. Quizás tengamos que aprender en el trabajo mucho más de lo que creemos de los infantes.

Olvidar lo que fuimos es un error que la mayoría cometimos, sobre todo porque no valoramos los pequeños detalles en nuestro día a día, cosa que ellos sí que saben hacer al estar iniciado su vida. Entre otras cosas, deberíamos decidirnos a probar cosas nuevas, disfrutar más de lo que nos brinda la vida; Creo que no perderíamos nada intentándolo Dejar crecer a nuestro niño interior también sería muy necesario si queremos seguir manteniendo fresca nuestra curiosidad e imaginación, virtudes que disminuyen con los años tristemente.
Tener pensamientos tan negativos en otra persona ni siquiera aparecen en la cabeza de un niño y de eso deberíamos aprender de esa inocencia que tienen.
Pero ante todo, una cualidad de la que tenemos que tomar nota cuando se habla de las posibilidades de un pequeño, es su capacidad de soñar a lo grande. ¿Qué fue de ella? Solo nos empeñamos a producir para poder sobrevivir, pero se nos ha olvidado cosas tan importantes que un niño nos podría ayudar a recodar, poder imaginar, soñar y lo más importantes, vivir cada segundo que nos regala la vida.

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